Carlos Capacés Director

Carlos Capacés
Director

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Gran Lección de Benjamin Button

 

» Nunca es demasiado tarde, ni demasiado pronto para ser quien quieres ser.

No hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras.

Puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto.

De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa.

Que veas cosas que te sorprendan.

Que sientas cosas que nunca hayas sentido.

Que conozcas personas con otro punto de vista.

Que vivas una vida de la que te sientas orgullosa.

Y si no lo consigues; que tengas la fortaleza para volver a intentarlo». 

 

Seguro que has visto la película en la que este parlamento brilla en tus oídos al escucharlo. Y si todavía no la has visto, seguro que lo vas a hacer. No lo dudes.

La película en cuestión es «El curioso caso de Benjamin Button» (2008).

Me atrevería a calificarla de lección de vida, de obra maestra realizada para incitar a la reflexión, de provocación para forzarnos a analizar la vida desde una perspectiva diferente, etc.

Pero de lo que realmente se trata es de un pretexto magnífico para pensar en nosotros, de nosotros, por y para nosotros. Nos incita a darnos un paseo por nuestro interior y conocer algo más los rincones que no visitamos demasiado.

Al darnos una vuelta por nuestras calles interiores, con suerte, nos daremos cuenta de nuestra capacidad de elegir cuando queremos elegir y decidiendo si queremos o no queremos hacerlo.

Nos daremos cuenta de que no existen ni buenas ni malas noticias, sino buenas y malas lecturas que hagamos de las noticias.

Nos daremos cuenta de lo importante de aprender, de estar pendiente de lo nuevo, lo desconocido y de no amarrarnos exclusivamente a lo conocido.

Nos daremos cuenta de la importancia de saber estimular los canales a través de los cuales podemos recibir información para enriquecer nuestros puntos de vista. Las buenas ideas salen de la diferencia de ideas. De compartir y aceptar esa diferencia de ideas. La época del pensamiento único ya pasó.

Procura tener proyectos de ser (ser mejor profesional, ser mejor pareja, ser mejor padre o madre, ser mejor amigo o amiga…) y no te empeñes en que tus proyectos se basen en tener (tener un coche que no necesitas, tener tantas casas como puedas, tener el último modelo de tablet, de samartphone, tener…).

Y lo más importante que nos enseña esta película y que nos ha servido como guión conductor de este artículo: no basta desear algo para conseguirlo, ni haberlo conseguido para que se mantenga. La vida es esfuerzo permanente. Puede ser que para algunos pocos no lo sea, pero para la inmensa mayoría te aseguro que es así.

Y ahora me retiro, para que puedas disfrutar de las palabras con las que iniciábamos este blog, acompañadas por las imágenes que seguro que te harán disfrutar. No olvides subir el volumen y a recrearse.